Motivación
Era otro día mundano en la oficina para Jose.
Estaba sentado en su cubículo mirando la pantalla del ordenador, desmotivado e improductivo.
Siempre había sido ambicioso y trabajador, pero últimamente se sentía estancado.
Su mente divagaba mientras intentaba encontrar inspiración para superar la monotonía de su trabajo diario.
Mientras estaba sentado, oyó unos golpes en la pared de su cubículo. Levantó la vista y vio a su colega, Sarah, de pie con una sonrisa en la cara: «¡Hola, Jose! Me he dado cuenta de que hoy estabas un poco decaído.
He pensado en compartir contigo algunas de mis frases de motivación favoritas.
Jose se mostró escéptico al principio, pero estaba dispuesto a probar cualquier cosa que le levantara el ánimo.
Escuchó cómo Sarah compartía con él sus citas favoritas:
«La mayor gloria de la vida no consiste en no caer nunca, sino en levantarse cada vez que caemos». -Nelson Mandela.
«El éxito no es definitivo; el fracaso no es fatal: lo que cuenta es el valor para continuar. » -Winston Churchill.
«La única forma de hacer un gran trabajo es amar lo que haces». -Steve Jobs.
Mientras Sarah hablaba, Jose sintió una chispa de inspiración.
Se dio cuenta de que había perdido de vista la pasión por su trabajo.
Se había centrado tanto en la rutina diaria que había olvidado por qué había empezado. Agradeció a Sarah sus sabias palabras y pasó el resto del día reflexionando sobre sus objetivos y aspiraciones.
Se dio cuenta de que tenía que cambiar de mentalidad y centrarse en lo que de verdad le importaba.
Al día siguiente, Jose llegó a la oficina con un renovado sentido del humor.
Afrontó sus tareas con entusiasmo y determinación, y sus compañeros notaron un cambio en él. «Jose, hoy pareces diferente», le dijo su jefe al pasar por delante de su mesa.
«Me he dado cuenta de que tengo que centrarme en lo que de verdad me importa», responde Jose. «Me he inspirado en algunas frases motivadoras y estoy dispuesto a asumir nuevos retos».
Su jefe sonrió. «Esa es la actitud que necesitamos aquí.
Durante las semanas siguientes, Jose siguió enfocando su trabajo con una nueva perspectiva.
Se sentía con más energía y más productivo que nunca.
Empezó a asumir nuevos proyectos y responsabilidades, confiado en su capacidad para tener éxito.
Un día, cuando salía de la oficina, vio a Sarah caminando hacia él. «¡Hola, Jose! ¿Cómo te va? «, le preguntó. «Genial, gracias a ti», respondió Jose.
«Tus frases motivadoras me han ayudado mucho a recuperar mi pasión». Sarah sonrió. «Me alegra oírlo. Sabes, he estado pensando.
Quizá podríamos montar un negocio de motivación juntos.
Podríamos ayudar a otras personas a encontrar su impulso y su inspiración».
Nunca se había planteado montar su propio negocio, pero la idea le intrigaba.
Con la ayuda de Sarah, supo que podría tener éxito: «Es una idea estupenda», dijo. «Y Jose y Sarah pusieron en marcha su propio negocio de motivación.
Crearon un sitio web con sus citas favoritas y ofrecieron servicios de coaching a empresarios des-motivados o estancados.
Su negocio creció rápidamente y se sintieron realizados al ayudar a otras personas a encontrar su pasión y su propósito.
Al mirar atrás en su viaje, Jose se dio cuenta de que a veces todo lo que se necesita son unas pocas palabras de inspiración para cambiar tu vida.
Estaba agradecido por la amabilidad y la sabiduría de Sarah, y sabía que recordaba el poder de las frases motivadoras para los negocios.